Evocando la esencia de la tipología geometrica, el diseño de esta residencia deconstruye intencionalmente elementos geométricos para crear algo nuevo. Cada masa emerge de un espacio específico para enfatizar su forma y maximizar la zona común. 

En lugar de la madera tradicional, que se deteriora fácilmente, los acabados de piedra en capas añaden una textura inesperada y una durabilidad atemporal a la fachada exterior. El ritmo horizontal sólo se ve interrumpido por las puertas, que permiten que la mitad de la fachada desaparezca para abrirse. 

Organizada en un cubo que conecta un núcleo común, la planta y la materialidad de la casa abrazan el contraste para crear un acabado vivo. Desde la robusta solidez de la piedra hasta la suave calidez de su interior revestido de madera, la casa celebra la vida familiar, vivida y orientada a la comunidad. Es el tipo de espacio en el que se forjan los recuerdos y en el que cada rasguño o arañazo no hace sino añadir historia.